martes, 17 de junio de 2014

SANTA MARIA MERCEDES





Líder Política y Comunitaria
Santa María Mercedes nació en Los Conucos, al final de la década de los cuarenta,  pero a los cinco años se fue a vivir al Ingenio Cristóbal Colón, donde su papá supervisaba el grupo que cortaba madera para las calderas.
Cuando se casó  vivió enPunta del Pescador.  Hace muchos años quedó viuda.
En el 1984 volvió a Los Conucos  para ayudar a sus hermanas más pequeñas, Caíta, Hilda y Carmen.
Me cuenta que hasta que construyeron la Autovía del Este, Los Conucos eran  sólo una calle donde vivían algunas familias y, aunque ha crecido considerablemente, aquí como que todo el mundo está emparentado.
Conviven amigablemente con los haitianos que se han erradicado en la zona, en su mayoría empleados de la industria de la construcción, aunque entiende que son fuerte competencia para los dominicanos porque constituyen mano de obra muy barata.
Santa tiene dos hijos varones, uno es contable,  trabaja en el Ayuntamiento, y asiste a la Universidad  del Caribe donde está preparando su tesis, el menor quiere ser militar.
Su trabajo desde hace mucho es atender un colmado de su propiedad aunque también fue empleada de una pizzeria, y en ambos oficios se ha turnado con su hija de crianza, Tatica.
Desde los 34 años trabaja en política y a sus esfuerzos se deben, entre otras cosas, la construcción de la iglesia, la escuela pública y la cancha deportiva para la cual Khalil Haché vino personalmente a decirle que a los muchachos que chapearan el terreno que estimaban necesario para él donarlo.
En ocasiones se ha sentido desanimada de su participación en la política porque no le gusta hablar mentiras, pero finalmente ha comprendido  que es parte de su misión en la vida y que en la política deben trabajar personas decentes y honestas, como ella.
Tiene 16 años ayudando en la iglesia y poco a poco ha ido consiguiendo desde el altar y los bancos, hasta las rejas, el equipo de sonido y los abanicos, pero no se cansa en sus esfuerzos de seguir obteniendo todo lo necesario para el culto y quiere seguir haciéndolo pues agradece a Dios todo lo bueno que ha recibido en su vida.