lunes, 19 de septiembre de 2011

LIMPIANDO LA PLAYA DE NUEVO






Llegó el mes de septiembre y volvimos a limpiar las playas del mundo con Vida Azul. Releo mis notas de los años pasados y caigo en cuenta que la misma actividad ha representado experiencias similares y a la vez diferentes.
Desde las 8 de la mañana comenzaron a llegar los grupos dispuestos a la tarea en Club de Playa Guavaberry, que de punto quinto pasó este año a sexto. Si el año pasado eché de menos a Giselita, esta vez sentí la ausencia de Limberth y su grupo. En cambio conocí a Claudia, y esto es también parte de la jornada, hacer lazos de amistad con jóvenes diferentes. Me encuentro con ella en el Boulevard organizando desde temprano los muchachos de su equipo.
Años atrás encontramos los restos de una nevera, ahora nos tocó la goma de un carro. En el 2009 fue un ratón muerto, en esta ocasión ni quise averiguar cuando oí el “fóoooooooo”.
Como siempre muchas botellas plásticas, que este año se pusieron en fundas separadas para donarlas a instituciones que reciclan. Encontramos también muchas botellas de vidrio y pienso en la inconsciencia de quienes tiran este tipo de basura en la playa y el peligro que representa para quienes buscando recrearse al aire libre y sanarse con el mar, pueden terminar heridos.
Me encantó la participación del Colegio Los Pininos que incluyó no solo a los jóvenes de bachillerato sino también algunos niños que ponen un toque de ternura en esta actividad cuando se les ve funda al hombro recogiendo basuritas.
Se trabajó duro y terminamos temprano. Las fotos son parte de la diversión, aparte de las poses individuales, porque ahora con los móviles cualquiera puede ser fotógrafo aficionado, cuando empieza a formarse el grupo frente al mar, los rezagados salen corriendo para no quedarse fuera y al grito de: ¡una bullita! se levantan los brazos y no falta el turista de turno que al final quiso colarse.
¡Los espero en la arena el año que viene!