He visto crecer esta orquesta en la forma en que ves nacer un bebé que al poco tiempo gatea, un buen día te despiertas y asombrada lo ves de pié agarrándose a los barrotes de su cunita y luego se para donde quiera que pueda sostenerse, hasta que finalmente comienza a dar sus primeros pasos, al principio un poco inseguros, agarrado de las manos de mamá, hasta que finalmente sale corriendo.
Ayer, en una lluviosa noche, pero resguardados por las cómodas instalaciones del Grand Ballroom del Embassy Suites de Metro, disfrutamos en familia de un hermoso y entretenido concierto, de esos que desde que suena la primera nota reconoces melodías que has escuchado como temas de película o de los muñequitos, y desde el tema de los Muppets hasta la Pantera Rosa y los Cazadores del Arca Perdida, compartimos guiños de complicidad con nuestras nietas y sus amiguitas que no quisieron perderse este concierto.
El número de integrantes y por ende sus instrumentos se ha más que duplicado desde la primera vez que los escuché en el 2009, y hay que darle el mérito tanto a los jóvenes que en base a la práctica han logrado el dominio de sus instrumentos, como a sus directores Wilfredo Arrendell y Jesús Ramírez por el maravilloso trabajo que han hecho.
En la segunda parte, nos deleitaron con piezas como la conocida Sinfonía No. 5 de Beethoven, movimos los pies al ritmo de la Farandola de Bizet y Stars and Stripes Forever de John Philip Sousa para un “Gran Finale” acompañando con nuestras palmas y pies el ritmo de Caña Brava, que nos dejó con deseos de seguir escuchando, por lo que el Director Titular nos regaló un plus con el tradicional merengue Compadre Pedro Juan.
Hacer de la Orquesta Sinfónica Juvenil una herramienta de desarrollo humano, social, cultural y educativo, integrando gran cantidad de niños, adolescentes y adultos en el aprendizaje de la música, democratizando su estudio, dotando de instrumentos a quienes no dispongan de los recursos para desarrollar su potencial, proveyendo becas de estudios para formar una nueva generación de jóvenes directores y compositores Petromacorisanos para el país y el mundo, son los principales objetivos de esta orquesta que lleva el nombre del Maestro Julio de Windt.
GrupoMetro, dentro de un programa de actividades culturales para el disfrute de sus socios y relacionados, y en apoyo a esta loable iniciativa dirigida por el Dr. Carlos Juan Musa, Presidente de la Fundación San Pedro de Macorís, se compromete a la institucionalización de estos conciertos en la zona, y con la colaboración de todos haremos realidad el lema de que ¡Con un instrumento cambiamos una vida!
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