sábado, 23 de febrero de 2013

EL BOSQUE ENCANTADO DONDE VIVE EL COCODRILO LECTOR Y EL MURCIÉLAGO ENAMORADO




Como su mami tuvo que ir a San Pedro me tocó hacer de nana de Valeria, tiempo que aprovechó para narrarme la última de sus historias que escuché fascinada, interrumpida a veces por la necesidad de atender el guiso que dejó Titón en la estufa con encargo de que lo vigilara.
-Mama, escucha mi nuevo cuento- dice Valeria, mientras da vueltas por la habitación sin dejar de ver los muñequitos.
La nana de la princesa (porque claro, ese es su mundo, y en todos sus cuentos hay princesas), le leyó el cuento del bosque encantado, así que esa noche, ella hizo su maleta y le dijo a su mami que se iba a pasear, pero realmente se fue al bosque encantado…(y esto último me lo dice secreteado).
-Pero, Valeria, ¡las princesas no hablan mentiras!
-Es que fue en sueños Mama, ella fue con la imaginación.  El caso es que cuando llegó al bosque encantado se encontró con el Totodrilo  y estaba muy sucio y olía feo polte no tenía agua para bañarse, y la princesa se lo llevó a su casa para  te se bañara y le puso perfume.  Entonces regresaron al bosque encantado polte la princesa tenía te buscar su maleta y en el camino se encontraron al murciélago llorando polte había perdido su esposa.  La princesa le dijo:  Ven nosotros te ayudamos a buscarla.
-Pensé que los murciélagos volaban Valeria ¿cómo entonces lo acompañaron la princesa y el Cocodrilo?
-Sí, sí, el volaba y la princesa y el totodrilo iban caminando, caminando hasta que encontraron la esposa del murciélago y cuando la vio se puso muy contento y el totodrilo se quedó en su casa leyendo un libro.
-Yo pensaba Valeria que  como el cocodrilo vive en el agua, entonces se le moja el libro.
-No Mama, ese totodrilo no tenía agua, por eso tenía que bañarse en casa de la princesa, el totodrilo le gusta mucho leer libros, todos los cuentos los lee el totodrilo, y los murciélagos vivieron felices para siempre.
En eso bajo a la cocina porque por poco se quema la comida y en lo que resuelvo, “oigo” a Valeria muy calladita, así que cuando subo de nuevo a la habitación la encuentro con toda la boca pintarreteada, entro al baño y me encuentro con mi pintalabios rosado echado a perder y tollo por donde quiera.  No puedo evitar explotarme de la risa.  En el intento por borrar las huellas del desastre Valeria usó wipes y se le tiñeron de rosado las manos.  Al ver que me rio y vengo con la cámara a tirar la foto, llora porque piensa que se lo voy a contar a su mami.
Le prometo que no y le hago el cuento de cuando Javi, su primo usó todo un frasco de mis burbujas preferidas para bañarse, y fue tanta la espuma que hizo en la bañera que subía hasta el techo,  me asusté muchísimo porque no lo encontraba perdido en la espuma.  Valeria entonces se ríe pero me pide que no se lo diga a su mami, y ese es nuestro primer secreto.  Cumplí mi promesa y no se lo dije a su mami pero lo subo al FB que es lo mismo que contárserlo a todo el mundo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario