martes, 17 de diciembre de 2013

REDES

Como últimamente me he dedicado a tejer, infectada tal vez por la cacata virtual de la última entrada de mi blog, teje que te teje creo que no me gana ni Penélope, la de Ulises, aunque ella,  según dice la historia,  lo esperó tejiendo durante años, y según Serrat, al final se quedó como idiota sentada en un banco “con los ojos llenitos de ayer”, pues el fornido galán que esperaba regresó convertido en un viejo barbudo a quien Circe le había sacado el jugo.
El caso es que me preocupaba cerrar el año sin una entrada en mi blog, y ya bien entrado diciembre no se me ocurría ninguna idea sobre la cual escribir, cuando de repente me llegó el tema:  Las personalidades de la gente en Facebook!
Están los que suben fotos sensacionalistas que son a los que automáticamente les doy delete, porque no me vengan con que está niña con un tumor o una deformidad mayor que ella se está muriendo y que si le das like en equis centro de salud la van a sanar.  Me apenan los escuálidos niños de Biafra, pero no tengo que ir tan lejos para ayudar a algún morenito con la barriga explotándose de lombrices en mi propio país.  Tampoco me vengan con que tal o cual niño, joven o viejo está desaparecido, porque cómo se yo que esas noticias que se repiten de red en red son verdaderas y que no están buscando un comentario o un like para aumentar su lista de clientes potenciales de ideas o productos.
Están también los que juegan, y por experiencia cercana se de quienes si le hubieran puesto todo el esfuerzo, tiempo y energía que dedicaron a su restaurante virtual, a un negocio de la vida real, hoy fueran millonarios en papeletas de verdad.  O los Candy Crush, o no sé cuántos otros, porque de verdad nunca les he hecho mucho caso.
A algunos les gusta compartir oraciones desde que amanece el día y está bien, mientras no quieran invadir el espacio de otros con su espiritualidad o creencias metafísicas, a cada quien que crea lo que le venga en ganas.
Y si las fotos sensacionalistas me causan repulsión, hay otras que me dan pena, porque ¡señores!, a Facebook no se sube cualquier foto que a usted le tiren, algunas inadecuadas, otras todo borrosas, las hay que no son en las que uno está en su mejor momento, por decirlo simple, y algunas francamente feas.
Hay quienes se pintan ellos mismos una vida ficticia, donde todo luce color de rosa, vidas espléndidas e interesantes, que ni ellos mismos se creen.
FB sirve también para promocionar ventas de servicios y productos, lo cual veo bien porque en estos tiempos del Señor hay que buscar formas de ganarse la vida.  La gente que  envía cualquier cantidad de páginas sobre innumerables temas para que le des Like, en algunos casos simplemente por compartir una afición en común, como la fotografía, el arte, la historia, la ecología, la moda, la salud.
Están los noticiosos, periodistas virtuales, que ofrecen el servicio de enterarte de lo que está pasando sin tener que leer periódico ni ver televisión.
En Facebook se comparte zumba, tejidos, hobbies de todo tipo, como retratar insectos o pájaros raros, subir videítos en los que la gente ensaya el rol de cineasta, música vieja o nueva.
Recetas de cocina, citas filosóficas, amor por la lectura, como un grupo en el que participo en el que se arman tremendas discusiones y polémicas, en los que la figura central siempre es Coelho.
Por no mencionar a Arjona, uno de los personajes internacionales a los que es mucha la gente que acaba.
Está también el tema de la política, aunque claro en época de campaña arrecia, pero siempre presente, la política, aunque sea para reírse de Obama y los celos de Michelle.
Últimamente no hay otro más famoso que el Papa Francisco, a quien se le atribuyen todo tipo de citas, porque es que con lo del photoshop a cualquier foto se le ponen una frase encima y ya disque lo dijo el Papa, quien ni se entera de que lo ha dicho.
Que no se me olviden los usuarios secretos, gente que está ahí, pero tu ni te enteras, porque solo ven lo que otros ponen.
Los que ponen citas, de otros, o de su propia inspiración, los que sólo hablan sobre salud o problemas médicos.  Y que no se nos queden los disparatosos, los que escriben tan mal que dan pena y vergüenza.
Facebook me ha servido para estar en contacto con mi familia, especialmente con mis hijos, yernos o nueras, que así reciben mis mensajes cuando pueden y me contestan cuando les da la gana.
También para recuperar el contacto con viejas amistades de las que tal vez nunca hubiera sabido, de no existir las redes, y sí, me vuelto adicta a las redes porque me entretienen, pero en el tiempo que quiero, no como los teléfonos que son tan inoportunos, y ni hablar de las cartas de antaño, a las que teníamos que esperar por años!
Así como Facebook es el libro de las caras, Twitter el de las frases cortas y concisas, ahora está Instagram, también para fotos, pero mayormente paisajes y comidas.
Dejo el tema sobre la mesa para que opinen todos los Facebookers, en caso de que les interese, porque estoy segura de que se me deben haber olvidado infinitos detalles.  Y hoy me acabo de enterar de que también habrá Dislike, que mucha falta que hacía, aunque repito que para eso está el Delete, el cual, si el lector ha llegado a esta línea, todavía tiene tiempo de darle a esta entrada.




lunes, 18 de noviembre de 2013

CACATA PROBLEM




Ahora que Valeria no vive con nosotros, se me dificulta reunirme con ella para contar cuentos.
La semana pasada estuvimos juntas en la capital,  pero dedicamos la tarde a la poesía, y cuando ya me estaba dando por vencida de que entendiera el asunto de las rimas y la métrica de los versos, y pudiera seguir los pasos de Javi, su primo poeta, me sorprendió con uno muy corto en que rimaba la palabra abuela con mi pasión por la habichuela.  ¡Tal vez lo logres Valeria!
El asunto es que comparto muy a menudo con otros niños y sus mamás aquí en Metro, y así es como me llega esta historia.
Elena mi amiga española, compañera de yoga y afición por la lectura, casada con Jack, inglés que habla un español castizo y que tiene el humor y la risa de un dominicano, tienen dos niños  y esta es la historia de Oliver.
¡Mother, we have a cacata problem! – le dice Oliver a su mamá, mientras observa una gran cacata a través de las mosquiteras de la ventana.  Y es que Oliver al igual que Jack su hermano son full bilinguës, aunque generalmente los escucho hablando inglés.
Jack y Elena aprovechan entonces para conversar el tema de la cacata, de manera que no sea motivo de temor para el niño, pues aquí convivimos con la naturaleza en todas sus manifestaciones, y los niños aprenden desde temprano que esta abundante fauna con que contamos es también parte de la creación, a la que hay que aprender a respetar.
Así que cuando le preguntan qué le parece que está sucediendo con la cacata, Oliver dice que sin duda se trata de una mamá que está buscando tenis shoes y raquetas para sus hijitos.
¿Y con todas esas patas, cuántos zapatos y raquetas tú crees que necesitarán para jugar tenis, Oliver?
A lo que el niño responde con absoluta certeza:  ¡Ocho!
Y es que a los niños, en vez de fomentarles temores, especialmente en un lugar con una seguridad tan privilegiada como es Metro, les basta con dejar que le den rienda suelta a su imaginación para que desarrollen una creatividad sin límites.


lunes, 28 de octubre de 2013

LA HISTORIA DE JUANDOLIANDO


Mi esposo me ha pedido que narre la historia de Juandoliando.  Sus orígenes se remontan a los años 90´s cuando visité por primera vez Metro Country Club, y ahí comencé a soñar.  Soñé con un día en que pudiera tener un hogar en Metro, donde mis nietos pudieran venir a disfrutar experiencias similares a las que disfrutaron mis hijos,  cuando vivíamos en Arroyo Hondo.
Fué un sueño que tardó más de diez años en hacerse realidad.  Desde entonces, no ha habido un día en que no me sienta bendecida por la maravilla nunca agotada de vivir en Metro Country Club.
En el 2008, hace cinco años, nos mudamos, específicamente en el mes de octubre, o sea que estamos de aniversario de mudanza, estrenando nuevamente el asombro que no dejan de producirnos los atardeceres de esta zona.
Si algo bueno y bello no se comparte, entonces deja de serlo, así que comencé a contar mis experiencias e impresiones en un blog.  Me convertí en una abuela cibernética, para orgullo de mis hijos.
Le pedí a mi hijo publicista, Ángel, que me ayudara a encontrar un nombe para este blog, que luego se convirtió en columna en Estilos de Diario Libre, y después en revista.  Me sugirió varios, pero ninguno me hacía tilín, hasta que un día puse en mi status en Messenger la palabra Juandoliando.  Mi hijo me llamó entusiasmado:  ¨Mami, te acabas de inventar una marca.  Ponte en seguida a registrarla, antes de que alguien te robe la idea”.  Y así lo hice.
Luego, Ángel con ayuda de Maurice, su dupla, diseñaron este logo para el nombre.  Es un logo que expresa gráficamente lo que significa estar Juandoliando:  Unas olas de mar que sirven de boca a una sonrisa, o sea una nueva versión de ¨Happy Face" playera.
He querido compartir con los miembros de Juandoliando en FBB un álbum de  fotos, seleccionando entre las cuchumil que están en esa página, pero que quizás muchos no han visto, porque dicen que “Una imagen dice más que mil palabras”.
La revista física en papel ha dejado de existir, lo que me causó mucha pena.  Así es la vida, los grandes proyectos y las mejores iniciativas e inventos se han visto enfrentadas a obstáculos y hasta persecuciones, así que Juandoliando: Bienvenido al Club!
Pero, para eso está el mundo virtual, y mis ideas y escritos le están dando la vuelta al mundo, así que para el próximo año, mi meta es convertir Juandoliando en revista virtual.
Juandoliando nació para promover la idea de que hay que salir del infierno en que se ha convertido la capital, para venir a vivir la vida tranquila y llena de encantos que disfrutamos los que vivimos en Metro.
Juandoliando hemos compartido los juegos no solo de mis hijos, sino de todos los niños que viven o vienen a Juandoliar, para los cuales soy otra Abuela.
He tenido el privilegio de apoyar iniciativas como la limpieza de nuestras playas, apoyar artesanos y gente valiosa y anónima, he visto desaparecer lugares como el Mandalay, y nacer muchos otros como Paladart, Wood Madera Café y Sal Marina, entre otros, así como compartir con Constantino la gestación y nacimiento de Café del Sol, donde organicé el bazar de artesanía Playa Moda, hace ya algún tiempo.
Promovemos y apoyamos iniciativas como las Caminatas, los Aguinaldos en Carrito de Golf, iniciativa de Chevalier que tanto hemos disfrutado,  las actividades religiosas y de bien social, las festividades y entretenimientos, el deporte, la juntadera entre amigos.  Servimos como reportera honorífica de las actividades festivas que se realizan.
Hemos jugado nuestro rol en la celebración de uno de los torneos que durante más años se ha celebrado, como lo es El Peje, pionero aquí en Metro Country Club.
De forma desinteresada y alegre apoyo y publico todas las actividades que realiza la gente emprendedora de la zona cuando me lo solicita.
Hemos apoyado la celebración de Karaokes, voladas de chichiguas, competencias de bicicletas, torneos deportivos, charlas y tertulias culturales, y junto con Yndira y César promovemos Ce Felicheeeee!

Juandoliando es una visión amable de la vida!

jueves, 13 de junio de 2013

EL MISTERIO DE LA MEDIA PERDIDA



Desde hace días vengo observando una mediecita perdida en la vereda del camino cada vez que salgo de casa por las tardes.  Al principio, no le hice mucho caso, pero cada vez que paso me tropezaba con ella, así que recurrí a Valeria para que me ayudara a descifrar el misterio. 
Como se trata de una media realmente pequeña, pensé que podía ser de alguna muñeca, que se le hubiera escapado a alguna niña, una tarde en que salió corriendo del cochecito en que la paseaban y huyó hacia el bosque.
Me venían  a la mente una y otra vez unos versos  que aprendí siendo niña que cuentan de una muñeca con su vestido color rosa, a la que la amiga de su dueña, de nombre Lucía, jugando le rompe una patica, por lo que la niña llorando le pide a su Madrina que se la cure sino de pena se morirá.
Cuando la hablo a Valeria del proyecto, se muestra entusiasmada, así que en lo que busco la cámara, se engancha al hombro su bolso rosado y ríe con alegría cuando ve que traigo una lupa y nos vamos caminando en busca de la media perdida.
Desde que mira la media dice que puede ser de su amiguita Lucía y pienso en la coincidencia del nombre.  Le expongo mi teoría de que puede ser de una muñeca que corrió hacia el bosque y me dice:  Mama ¿qué bosque? ¡lo que me estás señalando es el monte!  Además, Mama, esta media es muy grande para ser de una muñeca y me señala los piecitos de sus Barbies.
Pero ¡Valeria!- no todas las niñas juegan con Barbies, las más pequeñas juegan con muñecas bebés a los que le servirían esa mediecita, y ¡quién sabe! A lo mejor la Bruja le rompió la patica y por eso perdió la mediecita.
Valeria voltea los ojos hacia arriba, como pidiendo paciencia ante esta abuela tan tonta.
-¡ Mama! las Brujas no existen, solo en los cuentos y en los muñequitos.  Esta tarde la diré a Yahaira que me lleve a casa de Lucía y le pregunto si es su media, y si no, los únicos otros dos niños  pequeños que conozco son el hermanito de Juan Diego o el hermanito de Miah, pero no creo,  porque la media tiene un lacito naranja y ellos son varones.
Y es que de repente, ya Valeria ha crecido.  Cuando menos lo esperaba, aprendió a decir casa, coco y Colombia, aunque me dice que si me causa tanta gracia los pronunciará como cuando ella era “peteña”.  Y para consolarme, tal vez, se pone a hablarme de un duende verde que a veces pasa por su ventana, así que ya no sé quién le hace cuentos a quién.





lunes, 13 de mayo de 2013

COCINANDO EN CASA CON CHEFFRANKITO




Cocinar  se ha convertido en un arte que ya no es del  dominio exclusivo del estereotipo del “Chef on Fire” que infunde terror a un montón de ayudantes tras bastidores en Hell´s Kitchen, sino en una forma novedosa de creatividad que apela a los cinco sentidos tradicionales:  El olfato, el tacto, la vista, el oído y el gusto,  brindándonos la belleza emocional que se disfruta cuando todos danzan al unísono con el sexto sentido.
Todo esto y más es lo que ofrece Cheffrankito, con quien tuvimos la fabulosa oportunidad de ver como se crea una paella, en tu propio ambiente, mientras conversas, te bebes un vinito y te recreas viéndolo mezclar colores, olores y sabores en una paellera, mientras más de uno persigue con la cámara captando todo el proceso, pues junto con la cocina, la fotografía se ha convertido en el hobby de nuestros tiempos, una forma de compartir con los demás el placer y la belleza de una buena comida.
Un domingo entre amigos  con Franklin Núñez Dipp, quien llegó equipado con toda su parafernalia y los ingredientes listos para comenzar enseguida la cocinadera en casa, mientras anfitriones e invitados interactuábamos en el espectáculo, degustando cervezas, vinitos y nuestras bebidas preferidas, es una de las más sabrosas experiencias que he tenido desde que estoy Juandoliando.
Se empieza por instalar la hornilla, y con el uso generoso de aceite de oliva virgen comienza a saltearse la variedad de mariscos que infundirán sabor y belleza a esta paella: camarones Black Tiger,  calamares y ostiones, que luego se sacan para darle el turno a los vegetales con su explosiva competencia de colores, sigue la mariscada base que se mezclará con el arroz, al que se le añade el fumet de poisson, y cuando rompe el hervor y empieza a secarse el líquido nuestro Chef at Home procede a colocar la corona que adorna la paella, complaciéndose en su diseño, como lo hace un pintor con su paleta de colores, que en este caso son los rosados camarones que contrastan con la oscura coraza de los ostiones y los tonos beige de la masa de los calamares.
Perteneciente a una familia de artistas, en las distintas expresiones del arte como han sido los Núñez del Risco, Frankito ha elegido la cocina para expresar su talento  y creatividad, especializándose en platos ideales para festividades temáticas, como es usual hoy en día, sushi, tacos y parrilladas, pero también dispuesto a complacer tu imaginación con lo que pidas por tu boca, si lo llamas para reservar tu día a los teléfonos 809 545-4809, 809 910-9882, y también lo puedes contactar en FB a tuchefhome y seguirlo en twitter @cheffrankathome y @tuchefhome y en Instagram cheffrankathome.

domingo, 14 de abril de 2013

EN EL CUMPLE DE ISA




Desde que abrió sus ojitos y nuestras miradas se encontraron, supe que su almita milenaria ya había compartido otras vidas con la mía.
Pude interiorizar mis emociones en la sala de partos, porque era la segunda vez que asistía  como simple espectadora a un paritorio, ya que hasta entonces solo conocía el rol de protagonista cuando nacieron mis cuatro hijos.
La primera fue cuando nació mi otra Isabel, a la que le decimos Mumy,  para distinguirla de mi nieta Isabel Cookie; y una galletica dulce es lo que ha sido para mí durante su corta vida que pronto alcanzará la docena de años.
El caso es que cuando Mumy nació, su mamá, mi comadre querida, quiso que la acompañara durante el parto, y allí se mezclaron mis risas con lágrimas y mocos y pujos involuntarios tratando de ayudar a nacer ese milagrito que le regaló la Virgen y que con los años ha devenido en una jovencita dulce y bondadosa como su mami.
Para cuando nació Isa,  ya era veterana en asistencia a partos y todo transcurrió de manera sublime:  Mi hija como siempre extraordinaria siguiendo  al pie de la letra las instrucciones aprendidas, para que la respiración adecuada ayudara el proceso, por algo se graduó Summa Cum Laude, porque en aplicación a lo que estudia nadie le gana.
Y como en ambos partos los papás se volvieron un disparate de nervios, me tocó recibir entre mis brazos ese ángel que ha sido y será siempre Isa en mi vida.
Isa, la niña tierna que  recién nacida me regaló su primera sonrisa.  Isa, a quien tuve el privilegio de mecer por largas horas para dormirla y darle la leche que su mami, tras extraer de sus senos, guardaba en biberones para ella cuando tuvo que irse a trabajar.  Isa, que le puso el apodo a Titón,  cuando señaló la foto del abuelo repitiendo la onomatopeya que oía cuando éste se sentaba o levantaba de su sillón reclinable.  Isa por la que su abuelo dejó para siempre el cigarrillo cuando le dijo que sus dedos olían feo.
Y supe a ciencia cierta que ha vivido muchas vidas cuando siendo una niñita de apenas cuatro años, salió conmigo a pasear a la luz de la luna en las montañas, donde íbamos a menudo de vacaciones y mirando hacia el cielo suspiró trastocando la palabra:  ¡Jabaracoa, cuántos recuerdos!
Isa, que cuando su hermanito nació con problemas de salud por su prematuridad, le tocó compartir las angustias de su mami, por lo que en la próxima Navidad se sentó en las piernas de Santa Claus y mientras los demás niños pedían juguetes, ella solo le pidió que sanara a Manuel.
Pocos meses más tarde me diría muy seria que cuando ella fuera grande también quería tener sus nietecitos.  Yo le contesté:  Pero, ¡Isa!...antes de tener nietos debes tener hijos, a lo que ella me dijo:  Si, pero quiero tener mis nietecitos.  Y sentí muy profundo su agradecimiento por mi amor de abuela.
Tanto, que como  le gustaba dormir  entre nosotros  prendida a mis espaldas, y para aliviarme traté de convencerla de que en lugar de a mí le clavara sus coditos a Titón,  tratando de convencerla de que  el abuelo también es una abuela, que si lo veía distinto es porque durante el día usaba un disfraz de hombre que se quitaba bajando un zipper que tiene en la espaldas, lo que solo hacía por las noches cuando todos dormían y nadie lo veía. Su mami horrorizada me pidió que no le confunda la niña. 
Pero esos son del tipo de secretos que comparto con mis nietas que saben que,  por las noches,  a la luz de las estrellas es posible volar con la imaginación si usamos polvos de hadas, pues hubo un tiempo en que su abuela era novia de Peter Pan en el reino de Neverland.
El verano pasado, cuando se marcharon todos los primos, aprovechó que su hermano también se había ido con su papá, para pedirme muy seria que le permitiera dormir una última vez entre nosotros, compartiendo con sus abuelos solo para ella.
En esta primavera Isabel cumplirá una docena de añitos y la niñita chubby se ha convertido en una jovencita alta y espigada como una rama de bambú, que cuando camina mecida por el viento va dejando a su paso el dulce susurro de su alma. 
Y ruego a lo Alto la llene de bendiciones, y que en las noches, cuando volemos juntas,  formemos caritas en el cielo usando las estrellas como ojitos en una carita sonriente con boquita de luna nueva.


jueves, 11 de abril de 2013

BUSCANDO A RICITOS DE ORO




Valeria sospecha que en cualquier momento Ricitos de Oro puede llevarse sus biberones, porque ya va siendo hora de que los deje y así se lo prometió a su mami,  para que no le pase como al Osito, al que,  tras acostarse en su cama, Ricitos le rompió la sillita y le comió su avena.  Así que le prometí que trataría de hablar con ella para negociar que le deje los biberones hasta que cumpla los seis años, que será en octubre próximo.
Como toda abuela que se jacte de serlo, quise cumplir mi promesa, por lo que sube que te sube, me fui a la montaña ya que según los rumores  habían visto una cabecita dorada en el Restaurante Aubergine que está en Cambita.
Subiendo, subiendo y subiendo al fin llegué a lo alto del monte donde está ubicada esta casita de cuentos de hadas que aparece de pronto en medio de la neblina, rodeada de vegetación, en un camino bordeado con  miles de florecitas amarillas,  de las que parecen flores del sol enanas y que crecen silvestres, ¡no se te ocurra cortarlas porque enseguida mueren!
La gente friolenta debe ir bien abrigada,  porque la temperatura varía considerablemente de la que nos vemos obligados a soportar en la ciudad, producto de haber sustituido los verdes árboles por torres grises y de todos los colores y zoológicos de metal con aviesos animales que espantan los niños.
En lo que esperaba a la Ricitos, quise beberme un vinito, con lo que además de calentarme me puse a tono para sostener la seria conversación en la que le prometí a Valeria conseguiría unos cuantos meses más de gracia,  en lo que se acostumbra a desprenderse de sus bibes.
La picadera de salchichas muy a tono con el ambiente alemán de los cuentos,   pero no pueden faltar las berenjenas que le dan el nombre al sitio, y que cocinan de muchas maneras, todas ricas.
Terminamos el almuerzo con un exótico helado de aguacate bañado con mermelada de berries porque en este escondite en la montaña no dudo se den cita otras amiguitas  de Ricitos como la Fresita y todas las que se inspiran en estas frutillas para darle color y olor a sus atuendos.
Finalmente logro conversar con la traviesa Ricitos de Oro, que estaba aparentemente muy tranquila sentada esperándome en un sofá, debajo de la escalera a la entrada de la casita, pero rodeada de amenazantes dragones, dispuestos a lanzar llamas, pero ante mi firme promesa de entregar los biberones de Valeria, acordamos que  en octubre vendrán a celebrar su cumpleaños  y ¿quién sabe?, el final de las historias ha ido variando con el tiempo pero a mi niña hermosa le deseamos que sean siempre felices.

miércoles, 3 de abril de 2013

EL CIRCULO



Juandoliando,  me he hecho fan de las TED Talks, y la más reciente que he escuchado,  más allá de ser un  motivo de reflexión, le ha dado sentido a mi afán actual:  Escribir las memorias de mi infancia.
Resulta que en la conferencia que llamó El Tercer Acto, Jane Fonda nos habla de cómo, al llegar a los sesenta, se ha dedicado a investigar y escribir sobre la revolución de la longevidad, ya que hoy en día vivimos en promedio treinta y cuatro años más que nuestros bisabuelos, es decir toda una segunda vida de adulto;  y de revisar el pasado para perdonar y perdonarnos y entender que muchas cosas de las que nos sentimos culpables, no fueron culpa nuestra,  depende que podamos ser más felices en esta etapa de nuestras vidas.
Producto de sus reflexiones, compara la vida, no con un arco, metáfora según la cual nacemos, llegamos a la cima y decrecemos en la decrepitud de la vejez vista como una patología,   sino  al contrario ver esta oportunidad como un potencial, si comparamos nuestros últimos años con una escalera para la ascensión del espíritu humano, pues éste es lo único que está libre de la ley universal de la entropía, por lo que puede seguir ascendiendo hacia la plenitud, la autenticidad y la sabiduría.
Como dice Jane Fonda, no por idealizar el envejecimiento, sobre el cual no hay garantía de que sea un tiempo para disfrutar y desarrollarse, y yo añado que particularmente no lo es en un país como el nuestro en que, con los ingresos disminuidos o en cero para los que se nos ha negado la oportunidad de adquirir una pensión habiendo trabajado toda nuestra vida de adultos, en  la vejez se  nos hace muy difícil y costoso - por no decir imposible - contar con un seguro médico, y donde aunque existe una ley que exime de impuesto (IPI) a los adultos de más de 65 años con una sola vivienda, la aplicación de esta ley, como nos está pasando a nosotros hoy en día, resulta que es arbitraria y solo la aplica la DGII si le da la gana, lo cual es prácticamente nunca;  pero en el mundo civilizado esta garantía de disfrute  es cuestión de suerte y también genética. 
La buena noticia es que la genética solo influye en una tercera parte, por lo que hay dos terceras partes de probabilidades a favor, y esos dos tercios dependen de lo que hagamos para que estos años añadidos sean todo un éxito y marquen una diferencia positiva. Así que con estos dos tercios se lleva ventaja a la perspectiva según la cual  se ve el vaso medio lleno o medio vacío, dependiendo de si somos optimistas o pesimistas.
Así que regresar al pasado para estudiar y conocer mis primeros dos actos, es lo que,  como aconseja Jane,  me propongo hacer escribiendo mis memorias.  ¿Quién era yo en realidad?,  no aquella que mis padres u otras personas me dijeron que era o me trataron como si lo fuese.  Sino ¿quién era yo?  ¿Quiénes eran mis padres – no como padres -  sino como personas?  ¿Quiénes eran mis abuelos? ¿Cómo trataron a mis padres? Este tipo de cosas.
Tal vez el propósito central del tercer acto, como lo llama la actriz,  y que yo  para aterrizarlo a la realidad de los que solo somos actores del teatro de la vida,  prefiero llamar El Último Cuplé, en recuerdo de la famosa película de Sarita Montiel - sea que aunque generalmente nos empecinamos en afirmar que las reacciones negativas a los acontecimientos y personas del pasado se convierten en  mañas viejas que no se pueden cambiar,  si volvemos atrás y cambiamos nuestra relación  con las personas y acontecimientos del pasado, las vías neuronales pueden cambiar. Y si somos capaces de tener sentimientos más positivos sobre el pasado, esto se convierte en la nueva norma.  Lo cual la lleva a hacer una metáfora diciendo que equivale a reiniciar un termostato, pues lo que nos hace sabios no es tener experiencias, sino reflexionar sobre las experiencias que hemos tenido.  Porque además, nos ayuda a ser íntegros, nos trae sabiduría y autenticidad.   Y nos ayuda a convertirnos,  como dice la canción,  en lo que pudo haber sido y no fue.













domingo, 24 de marzo de 2013

EL ARTE DE LEER VARIOS LIBROS AL MISMO TIEMPO




No recuerdo exactamente cuál fue el primero que cayó en mis manos, pero imagino que sería un silabario de la colección El Sembrador,  porque nací antes de que se publicara el Nacho Dominicano,  en el que aprendieron a leer mis hijos y también mis nietos,  y que ahora me entero se lo están robando en el comercio porque los padres se lo encuentran caro y es por eso que los comerciantes lo encierran bajo llave.  En opinión de algunos, trescientos pesos son mucho para un libro cuando sirven para comprar un par de litros de ron.
Lo que sí recuerdo son algunas de sus lecturas, porque pasada la etapa del silabeo,  que aprendí con una profesora a quien solo conocíamos como La Doña, con un método muy sui géneris que consistía en intercalar la “u” entre  consonantes y vocales -  mua, mue, pua, pue…y así aprendíamos a leer - me encantaban las pequeñas historias que contenía ese Libro Primero de Lectura, y  junto a las famosas fábulas de Esopo, se me ha quedado grabada la del niño que imitando a su amigo Rafaelito le dio por intervenir en la conversación de los adultos para corregir lo que la mamá decía:  -¡Así no es, mamá!  Hasta que un día la mamá le dijo:  ¡Pues, díselo tú Rafaelito! y el niño, avergonzado, bajó la cabeza y aprendió la lección.
El caso es que me tocó leer muchos clásicos griegos,  porque eso era lo que más había en la biblioteca de mi papá, y libros de santos como la Vida de María Goretti, porque era lo que más había en los colegios de monjas en que los que estuve interna algunos años.
Pero luego,  leía cuánto caía en mis manos, desde las famosas tiras cómicas o historietas  ilustradas a los que le decíamos paquitos,  incluyendo los que publicaban los diarios:  Educando a Papá, Trucutú, Popeye, Mandrake el Mago y su amada Narda,   hasta alguna novela rosa de Corín Tellado que estuvieran leyendo mamá o mis hermanas mayores.  A lo que nunca pude entrarle fue a las famosas novelitas de vaqueros,  que hicieron su agosto en los años sesenta, tanto que  había gente que hasta las coleccionaba, como Don Enrique, el papá de Sonia, una amiga de infancia, que como se pasó la vida heredando nunca dio un golpe ni de karate y su ocupación más seria consistió en leer las susodichas novelitas, para lo cual todos los días tras levantarse y ser atendido a cuerpo de rey por su esposa Doña Mirín, procedía muy juicioso a enfrascarse en su lectura.
Por mi parte, yo no discriminaba, lo importante era leer y leer, a todas horas, hasta en el momento de las comidas en familia,  por lo que me gané más de un regaño,  y todavía de noche aunque fuera con un foco bajo las sábanas, cuando se apagaban las luces y me ordenaban dormir.  La lectura es para mí como una droga, por eso,  cuando estoy desesperada con el síndrome de abstinencia,   he llegado hasta leer las etiquetas de los frascos de productos de aseo personal en el baño.
Ya adulta he tenido mis libros preferidos aunque también he llegado a comprender que un tema no te cala hasta que no llega el momento para que te guste o lo entiendas.  ¿Será por eso que no he podido pasar de las primeras páginas de El Péndulo de Foucald?  También me pasa con la mayoría de los libros de autoayuda tan famosos hoy en día, pues cuando lo intento me asombra la capacidad que tienen sus autores de darle vueltas y mil vueltas a la misma idea, sin que al final lleguen a convencerme, quizá el secreto es que los terminan siendo ayudados son ellos mismos con la cantidad de dinero que llegan a recaudar con su venta.
Hay libros que, cuando los comienzas, simplemente no te puedes despegar y así he llegado a releerlos una y otra vez porque simplemente me niego a decirle adiós a sus ideas o personajes.  Es por eso que creo que los buenos libros son los que mientras más viejos y más lees, más te gustan.
Otras veces comienzo una lectura enamorada del libro,  pero si cometo el error de abrir otro, las palabras que me susurra al oído me obligan a compartir amores como una amante infiel y voy intercalando páginas de más de uno.
Lo que tiene de bueno este método es que me permite visitar en un mismo día lugares tan dispares como la laberíntica y decadente Venecia, vagando por sus calles con la Deyanira Alarcón de Antonio Gala, o de repente encontrarme en el culo del mundo para beberme un tecito compartiendo con los chilenitos de la isla de Chiloé, al que me invita la Maya de Isabel Allende, viajar en el tiempo leyendo las Memorias de Adriano que escribió Marguerite Yourcenar pero tradujo Cortázar sin que ninguno de los dos haya vivido en la Roma antigua de los Césares, aunque quizá sea cierto lo de que la gente reencarna, sin contar que al mismo tiempo leo en mi Kindle “How to deliver a Ted Talk”, a ver si algún día, después de agotar las diez mil horas de práctica como han hecho todos los que han sobresalido en algún arte o destreza,  puedo dar una conferencia de dieciocho minutos con el tema “Cómo leer cien libros al mismo tiempo”.


sábado, 23 de febrero de 2013

EL BOSQUE ENCANTADO DONDE VIVE EL COCODRILO LECTOR Y EL MURCIÉLAGO ENAMORADO




Como su mami tuvo que ir a San Pedro me tocó hacer de nana de Valeria, tiempo que aprovechó para narrarme la última de sus historias que escuché fascinada, interrumpida a veces por la necesidad de atender el guiso que dejó Titón en la estufa con encargo de que lo vigilara.
-Mama, escucha mi nuevo cuento- dice Valeria, mientras da vueltas por la habitación sin dejar de ver los muñequitos.
La nana de la princesa (porque claro, ese es su mundo, y en todos sus cuentos hay princesas), le leyó el cuento del bosque encantado, así que esa noche, ella hizo su maleta y le dijo a su mami que se iba a pasear, pero realmente se fue al bosque encantado…(y esto último me lo dice secreteado).
-Pero, Valeria, ¡las princesas no hablan mentiras!
-Es que fue en sueños Mama, ella fue con la imaginación.  El caso es que cuando llegó al bosque encantado se encontró con el Totodrilo  y estaba muy sucio y olía feo polte no tenía agua para bañarse, y la princesa se lo llevó a su casa para  te se bañara y le puso perfume.  Entonces regresaron al bosque encantado polte la princesa tenía te buscar su maleta y en el camino se encontraron al murciélago llorando polte había perdido su esposa.  La princesa le dijo:  Ven nosotros te ayudamos a buscarla.
-Pensé que los murciélagos volaban Valeria ¿cómo entonces lo acompañaron la princesa y el Cocodrilo?
-Sí, sí, el volaba y la princesa y el totodrilo iban caminando, caminando hasta que encontraron la esposa del murciélago y cuando la vio se puso muy contento y el totodrilo se quedó en su casa leyendo un libro.
-Yo pensaba Valeria que  como el cocodrilo vive en el agua, entonces se le moja el libro.
-No Mama, ese totodrilo no tenía agua, por eso tenía que bañarse en casa de la princesa, el totodrilo le gusta mucho leer libros, todos los cuentos los lee el totodrilo, y los murciélagos vivieron felices para siempre.
En eso bajo a la cocina porque por poco se quema la comida y en lo que resuelvo, “oigo” a Valeria muy calladita, así que cuando subo de nuevo a la habitación la encuentro con toda la boca pintarreteada, entro al baño y me encuentro con mi pintalabios rosado echado a perder y tollo por donde quiera.  No puedo evitar explotarme de la risa.  En el intento por borrar las huellas del desastre Valeria usó wipes y se le tiñeron de rosado las manos.  Al ver que me rio y vengo con la cámara a tirar la foto, llora porque piensa que se lo voy a contar a su mami.
Le prometo que no y le hago el cuento de cuando Javi, su primo usó todo un frasco de mis burbujas preferidas para bañarse, y fue tanta la espuma que hizo en la bañera que subía hasta el techo,  me asusté muchísimo porque no lo encontraba perdido en la espuma.  Valeria entonces se ríe pero me pide que no se lo diga a su mami, y ese es nuestro primer secreto.  Cumplí mi promesa y no se lo dije a su mami pero lo subo al FB que es lo mismo que contárserlo a todo el mundo.


martes, 19 de febrero de 2013

CUANDO MUERE LA TARDE


Cuando salgo a caminar por las tardes, aunque mi objetivo es hacer ejercicio para combatir los efectos de la vida sedentaria, aprovecho para comulgar con la naturaleza y detener mi vista en detalles, que con la prisa, la mayoría de las veces no miramos.
Es así como disfruto con la suave brisa que me acaricia el pelo, del sonido de las aves que deleita el oído, los olores a grama, a flores o a tierra mojada que arrastra el viento,  y como es la hora en que el sol dice adiós haciendo brillar con más intensidad sus últimos destellos del día, observo asombrada su reflejo dorado en las copas de los árboles, en los techos de las casas y hasta en las telarañas de algún arbusto.    
Es un momento sagrado en que me siento una con el universo creación de  Dios y también con la obra de los hombres,  porque esta despedida que hace el astro rey antes de morir la tarde, la he visto manifestada también  en el interior de algunas de las casas, en la mía y la de algunos amigos.
Los que tenemos cristales por donde entra la luz del sol antes de acostarse, podemos asistir maravillados  al espectáculo con que se luce diciendo adiós, porque es como si durante  esos últimos breves segundos, que generalmente no alcanzan el minuto, acentúa su fulgor  mientras sus rayos bailan la despedida para asegurarnos que no es una muerte definitiva, que aunque lentamente vayan cayendo las sombras, persiste la promesa de un nuevo amanecer.
Y aunque me encanta el soneto de Federico Bermúdez Ortega dedicado a la señora que parece una tarde que va a morir, tan honda de sus ojos la intensa languidez y el velo de infinita tristeza evocadora que cae sobre la cera de su anemiada tez,  pienso que al menos en nuestra isla tropical en cada atardecer  late la amenaza que le hace Salomé Ureña al invierno, cuando le dice que llegue en buena hora más no presuma, ser de estos valles regio señor, que en el espacio mueren sus brumas, cuando del seno de las espumas, emerge el astro de esta región.



lunes, 11 de febrero de 2013

CUENTOS DE PRINCESAS, DIAMANTES Y RATONES



Los tiempos han cambiado, pero las relaciones entre abuelas y nietas siguen siempre igual.  A veces Valeria me entretiene la siesta contándome cuentos cuando voy a su “casita” a visitarla después del almuerzo. Como toda una buena anfitriona acostumbra guardarme algún dulce o chotolate para compensarme tal vez por el café de mentirillas que me sirve.  Es nuestro tiempo de compartir íntimo, solas las dos. 
Le gusta tener la televisión encendida y al mismo tiempo jugar con su Ipad, así que para desconectarla del mundo virtual en que viven los niños de ahora, y también muchas abuelas como yo que no me despego del Kindle, le pido que me haga un cuento y Valeria comienza:
Había una vez (porque todo cuento que se precie de serlo así es como debe comenzar) una princesa (porque claro, ella es la Princesa Real de los ancestrales reinos de Tolombia y Juandolandia  que vive en una isla bajo el mar, y como ha hecho especial amistad con Miah en el colegio juntas se enteran de todo lo que sucede en los otros reinos) y había también un Monstlo que se lobó el diamante que brillaba encima del castillo…los latones (le pregunto si se trata de Cenicienta que es la que tiene en su historia amigos ratones porque Valeria todavía no pronuncia la erre aparte de hablar como los chinos)  no Mama, los latones de Cenicienta se fueron (¿a buscar el Sempirer? – le pregunto)   Mama:  no se dice Sempirer sino Príncipe (Ah! ya aprendiste a decir Príncipe porque fuiste tú que me enseñaste a decir Sempirer) ¡Mama atiende! estaban  buscando el Monstlo que estaba atí ( y me señala el sitio en el dibujo porque la princesa de los reinos de Tolombia  y Juandolandia cambia el sonido de las letras todavía)  eran tles latones, tu sabes Mama?   todas las casas estaban muy sucias ¡pero todas!  (y esto lo dice haciendo énfasis con las palabras y los gestos) porque se perdió el diamante y Sirenita también buscaba en las cuevas de la playa y Aurora (la princesa o la qué está contigo en el colegio Vale?) ¡No Mama, esa es mi amiguita, pero la Princesa Aurora es la que se pinchó un dedito y se durmió y el Príncipe la besó para que despertara (perdóname Vale pero es que a veces se me confunden las princesas, le digo, además yo pensaba que era una rana la que cuando la princesa la besaba se volvía un príncipe) No mamá – no confundas los cuentos (y esto lo dice mientras cierra los ojos  en señal de la paciencia que debe tener conmigo y me embeleso contemplando sus largas pestañas que proyectan sombras en sus adorables cachetes)  y Bella le preguntó a la Bestia si había visto el Monstlo porque ellos son amigos  ¿sabes? (así es como me mantengo al tanto de todo lo que sucede entre los miembros de esta realeza de cuentos) y el Príncipe de Cenicienta estaba feliz porque a él no le gustan los latones, entonces los enanos encontraron el diamante y mataron el Monstlo que estaba escondido en sus minas porque se quelía lobar todos los tesoros y  fueron con Blanca Nieves a subir el diamante que era muy glande en el castillo, era muy alto y no alcanzaban para subirlo encima del castillo…aunque Rapuntzel estaba aliba pero la tlenza no llegaba para que  amalalan el diamante y lo subieran y  entonces  Jasmín que tiene una alfombra mágica voló con el  genio y lo pusieron – mira Mama el dibujo que hice del castillo con el diamante y  esa es la princesa y atí un arco iris y todas las casas brillaron y todas las princesas vivieron felices para siempre!
¡Mama, Mama…te dolmiste!
No Vale, es que yo también vivo muy feliz contigo ¿porqué tu eres tan linda?  le pregunto
Se queda pensando un latito y me dice:  ¡Porque Dios me hizo así!


sábado, 12 de enero de 2013

CHARLIE, MI HAITIANO FAVORITO




Hoy 12 de enero se cumplen tres años del terremoto que devastó Haití.  Mientras Charlie me ayuda a quitar el arbolito, recordamos juntos ese nefasto día en que precisamente estuve pensando en él,  porque mi arbolito es muy alto y sin su ayuda se me hace difícil desarmarlo, y fue cuando me enteré de la terrible noticia,  porque Charlie  se encontraba allá en Jacmel de vacaciones cuando le agarró el desastre y pasaron muchos días sin que tuviéramos noticias de si había sobrevivido.
Al final se las ingenió y pudo hacer una llamada desde un celular para avisarnos que a él y a su familia no les había pasado nada.
Su nombre real es Adelson Fresnel, y lo del apodo me cuenta entre risas que es su nombre artístico porque siendo un estudiante actuaba en obras de teatro en la escuela, y de ahí le quedó el sobrenombre.  Porque Charlie tiene vena de cómico!
Me cuenta que nació en Jacmel en 1976, y cursó estudios hasta el séptimo curso.  Tiene  dos hermanos y tres hermanas, pero las hembras no estudiaron y su hermano  menor dejó la escuela en el segundo curso.  Charlie en cambio no solo habla creole, sino también francés y durante su estadía en nuestro país ha aprendido mucho español.  Me dice que al principio, de veinte palabras solo entendía dos, pero poco a poco ha ido aprendiendo.
Vino a Miches  en 1999 detrás del hermano mayor   que trabajaba en agricultura,  pero en el 2006 decidió venir para la zona de Juan Dolio y desde entonces comenzó a trabajar como obrero en la construcción.  Lo conocí cuando estaba construyendo mi casa aquí en Metro, y cuando se terminó la obra, me dijo que quería quedarse con nosotros.
Desde entonces Charlie ha sido como un miembro más de nuestra familia, además de jardinero es el asistente personal de mi esposo limpiando la piscina y el barbeque, lavando los carros y ayuda en todo lo que le pedimos.  En sus tiempos libres, además de trabajar en otras casas donde lo hemos referido, cultiva conucos a ambos lados de mi casa:  yuca, guandules, auyamas, molondrones, plátanos y de lo que cultiva come y comparte el resto con los vecinos de Los Conucos, donde vive, aunque en mi casa aparte del almuerzo se bebe como un botellón de agua todos los días.  Me la paso diciéndole que no desperdicie el agua de la manguera, lo cual me desespera, y digo que “estos haitianitos acabaron con el agua en Haití y quieren acabar con la de este lado de la isla”
La historia de Charlie imagino es una de tantas. Me dice que su mamá tiene como setenta años y el papá  cincuenta y ocho.   Su papá trabajaba en agricultura en el amplio terreno alrededor de donde vivían pero nunca ha salido de la miseria más abyecta.  Cuando llovía cosechaba guandules y todo tipo de granos, cacao, víveres, pero en tiempo de sequía no se producía nada.
-A lo die año yo cosé zapatilla y también limpiarla.  Yo le disi a mi pai que economice, pero se iba con lo cuero y gataba el dinero.  Yo le dis:  uté quiere algo pa la familia, economice, pero se iba con lo cuero y no daba nada.  Pero yo le disi, yo lo quiero,  algún dia tu no pue trabajá, dale mucho amol a la familia,  pero no me quería.  Mi pai de tanto trabajá se puso ma viejo que mi mai y ahora que yo le da todo me quiere.  Yo taba en la casa que toy haciendo y oí un ruido como un helicótero.  Losombre que me ayudaban se había ido y la familia andando por ahí.  Yo sale a la calle a ve qué pasa y tuve que agárrame del hierro de la calle, me agarré duro  y la tiela daba vuelta.  Solo duró como 35 segundo polque si llega a durá má de un minuto acaba con tó.
Charlie pudo regresar finalmente ese año a fines de enero,  aunque siempre va de vacaciones y regresa; más  desde entonces ha estado trabajando mucho y mandando todo el dinero que gana a su familia, pero me dice que todo se va en medicinas porque sus hijos se enferman mucho ya que viven en descampada.  Con sus ahorros compró 85 planchas de zinc para techar la casa aunque no tiene piso ni puertas, pero cuando vino Sandy se le voló el techo.  Tiene dos varoncitos, uno de 11 años y otro de apenas dos años, pero de diferentes mujeres.  Los cuida una hermana.  Le pregunto por las madres de los niños y me dice que nunca los han cuidado, que la teta no daba leche y el tuvo que comprarle Enfamil cuando eran bebés.  Las dos madres andan por ahí, según me dice, una en Santo Domingo y otra en Puerto Príncipe.  Ahora quiere regresar a  ver si termina la casa con un financiamiento bancario porque Charlie ya tiene cuenta en el Banco Popular.
Antes de despedirse me dice que nos quiere mucho y  en su mirada triste y enrojecida leo que es sincero. Y pienso en la canción de John Lennon, y me imagino un mundo donde no haya fronteras y mientras escucho la melodía medito la letra.

IMAGINA QUE NO EXISTE EL PARAISO                                            
ES FÁCIL SI LO INTENTAS,
SIN EL INFIERNO DEBAJO NUESTRO,
ARRIBA NUESTRO, SOLO EL CIELO.
IMAGINA A TODA LA GENTE
VIVIENDO EL HOY...
IMAGINA QUE NO HAY PAÍSES,
NO ES DIFÍCIL DE HACER,
NADIE POR QUIEN MATAR O MORIR,
NI TAMPOCO RELIGIÓN,
IMAGINA A TODA LA GENTE,
VIVIENDO LA VIDA EN PAZ...
IMAGINA QUE NO HAY POSESIONES,
QUISIERA SABER SI PUEDES,
SIN NECESIDAD DE GULA O HAMBRE,
UNA HERMANDAD DE HOMBRES,
IMAGÍNATE A TODA LA GENTE
COMPARTIENDO EL MUNDO
PUEDES DECIR QUE SOY UN SOñADOR,
PERO NO SOY EL ÚNICO,
ESPERO QUE ALGÚN DÍA TE UNAS A NOSOTROS
Y EL MUNDO VIVIRÁ COMO UNO.

domingo, 6 de enero de 2013

SIGUE TU ESTRELLA


No importa los años que hayan pasado ni mi edad cronológica, todavía creo en la magia del Día de Reyes. Junto con el personaje de Peter Pan, mi primer amor, es una de las fantasías a la que me niego rotundamente a renunciar.  Se lo cuento a mis nietas a cada rato y las invito a que en la noche cuando cierren los ojos, me acompañen en sus sueños porque todavía al correr los visillos de los ventanales de mi habitación cada noche, pienso que puede venir  Peter con Campanita a rociarme con polvo de hadas para que pueda salir volando bajo el cielo y sobre el mar hasta llegar a la Tierra de Nunca Jamás y vivir mil aventuras en un mundo donde hablan no solo las flores,  árboles y  animales, sino hasta las montañas y las rocas,
Y no es que tenga nada en contra del gordo Santa Claus, pero para mí, Santa es el personaje de los nuevos tiempos, nacido en la Era de la Abundancia, donde los niños hijos de padres con posibilidades económicas, tienen tantos juguetes, que terminan aburridos, no saben qué jugar, a menos que no sea ensimismarse en los juegos electrónicos que tanto aíslan y envician, al punto que los llamas por sus nombres y no responden, viven en un mundo de galaxias, donde hay que acertar al blanco para eliminar lo que te estorbe y conseguir la meta de ir escalando a otros mundos:  Tal cual el mundo real.
En los buenos tiempos de los Reyes Magos, sin embargo, los niños nos íbamos desde la tarde anterior a recoger la yerba de guinea que debíamos poner junto con el agua para los camellos debajo del arbolito de Navidad.
Los papás nos animaban a  acostarnos y dormirnos tempranos para que Melchor, Gaspar y Baltasar pudieran cumplir con su tarea de amarrar y alimentar sus camellos de forma  que descansaran del trote y los bultos,  mientras ellos descargaban los juguetes que al otro día eran nuestra sorpresa y nuestro encanto.  Muñecas, con cuerpo de trapo y caras de porcelana, bicicletas, casitas, pelotas, juegos de té, trompos de música y luces,  sombreros de vaqueros y pistolas de mito; pero solo un regalo por niño, quizás dos, que debíamos atesorar y cuidar durante todo el año pues no habría más juguetes hasta el próximo seis de enero. 
El resto del tiempo, si se nos agotaba la ilusión por el juguete, debíamos contentarnos con fabricar a nuestro antojo muebles de cartón y vestidos de retazos para la muñeca, y los varones sus trompos y carritos de palo, guayubinas hechas con tapitas aplastadas y gangorras, chichiguas de colorido papel encerado, barquitos de papel que flotaban en el agua de los contenes cuando llovía…en fin todo un mundo en que solo se contaba con la imaginación para reciclar y convertir las cosas en un mundo de fantasía.
En mi pueblo, Bonao, Petán repartía juguetes especialmente entre los más pudientes, que eran quienes menos los necesitaban.  A nosotros mi papá nos tenía terminantemente prohibido aceptar esos juguetes, para eso él se esmeraba en ir a la capital a comprarnos las últimas novedades aunque siempre pensamos que eran los Reyes ya que conservamos hasta muy crecidos la inocencia.
Todavía me duele que tantos niños  hayan amanecido el día de hoy sin juguetes, pero más me duele que la crueldad del mundo les haga perder su inocencia en que los Reyes Magos si existen, me duele que ya no haya padres que rompan vitrinas para robar un juguete para sus hijos como en el poema de María,  sino para los vicios en su moderna  versión de Gastar, Malhechor y Basaltar, pero confío que hoy habrán muchos Reyes repartiendo juguetes y alegría en los barrios más necesitados,  aunque como camaleones - porque eso es parte de la magia -  se transformen en todas esas personas que se dedican a preservar la alegría!